Alba Lara Granero es una cuentista. Se enfoca en muchos tipos de literatura, pero más que todo escribe cuentos cortos. Ella siempre ha escrito cuentos, y le gusta la idea de poner su vida e ideas sobre papel. Aunque se disfruta de muchos tipos de literatura, ella ha puesto mucha atención en los cuentos cortos por la manera de escribirlos y cómo se mezclan ideas y forman cosas nuevas. Cómo ella escribe, le ayuda a uno a ver la literatura por otros ojos.

Como un grupo, nos asignaron unos cuentos para leer. Uno de ellos era Niebla. En este cuento, se trataba de una situación en un bar donde hay un par de personas, cada uno viviendo su propia vida. Ella va explicando sus pensamientos y acciones dentro de un bar. Al leerlo, algo que nos llamó la atención era el vocabulario que la autora usa continuamente. Ella usa muchas palabras que nunca habíamos escuchado antes, por ejemplo, sigilosamente, bostezo, y el verbo propiciar. Aunque puede ser que las palabras sean más comunes para ella, pero para otros hispanohablantes las palabras puedan ser extrañas. Es algo bueno porque nos invita a buscar más entendimiento dentro del cuento. Simplemente usando diferentes palabras trae algo muy especial. Más que el vocabulario, había otros temas que eran distintos. Uno de ellos era el último diálogo. La autora utiliza ese diálogo para terminar el cuento, pero nos deja pensando ¿Qué pasará con las personas en el bar?

Al final del cuento, el diálogo nos dirige siguiendo a las personas en sus varias direcciones. Justo en el momento de pensar que uno se entiende el cuento, se da una vuelta bastante interesante, dándonos conversaciones particulares. Por ejemplo, se dice, “Es tu turno, camarero amargado. La llave de tu libertad puede estar en el bolso de la mujer, en el abrigo del hombre extraño.” El cuento sigue pasando por las personas, diciendo que es el turno de cada uno de ellos, pero a la vez dice que “nunca” es el turno. Eso nos deja la pregunta, ¿qué trata de decir 'el turno' de cada uno de ellos?

El otro cuento que nos asignaron era Alfuentes. Nos dimos cuenta que habían palabras también en este cuento que nunca habíamos escuchado. Alba no trataba de usar palabras distintas o extraordinarias en sus cuentos, sino palabras que ella generalmente usa en su vida diariamente. Por ejemplo, las palabras besugo y vertiginosa son dos palabras que nadie en nuestro grupo hubiera escuchado antes. En la entrevista ella nos explicó que se usan estas palabras muy frecuentemente en España y ella estaba muy sorprendida cuando le comentamos que tuvimos que buscar los significados de ellas.

Al hablar en cuanto a los cuentos y los significados de ellos, Alba nos contó que cada cuento tiene que ver con experiencias personales que ella había experimentado. La practica de usar experiencias personales en sus cuentos es muy común para autores y les ayuda a dar motivo y propósito a su literatura. Específicamente en el cuento Alfuentes, se habla acerca de una niña que no se llevaba muy bien con su profesor. Cuando el profesor se enoja con la niña, le manda a ella a la pared para mirarla no más. Por medio del cuento, se ve que la niña aprende mucho más por medio de buscar diseños y imágenes que esconden en la pared. Más tarde en el cuento, la niña empieza a ignorar el profesor cuando le habla porque ella sabe que no va a beneficiar escuchándolo. Alba nos compartió que esta es una experiencia personal y que ella piensa que cada uno de nosotros ha tenido, por lo menos, un profesor que no nos cae bien y nos molesta en cada acción que hace.

Aunque nosotros leímos solamente dos cuentos del autora Alba Lara Granero, es muy obvio que ella hace un gran trabajo usando propias experiencias e ideas. El papel de sus cuentos no son tan claros que se entiendan al principio, hay que buscarlo al fondo y pensar de un significado más profundo. Al hacer esto, no solamente entenderá más de lo que ella trata de contar, sino conectará con la lectura y sentirá que es algo que fue escrito para usted.