Diseños: La Obra Creativa

Mi mesa favorita en mi casa tiene un diseño muy intrigante. Está en mi cocina, próxima a la ventana. Me encanta seguir las líneas de la madera con mis ojos. Me fascinan los dibujos. Horas pasan sin mi conocimiento. En los patrones hay formas extraordinarias. Veo leónes con melenas salvajes, los ríos de las Amazonas, flores con pétalos ricos. Un mundo extraño queda en las líneas de la mesa. Es un mundo más raro, más apasionante que mi propio. Cuando mi mamá entra en la cocina, este mundo es mi santuario.

No puedo evitar la conversación. Cada día, mi mamá se sienta a la mesa. Sola, ella no hace nada. Sin embargo, cuando yo camino por la puerta, ella tiene vida. Como una muñeca a cuerda, ella cobra vida. Soy su llave. Sin yo, ella queda sin la luz en sus ojos.

‘Hola, querida,’ ella me dice. ‘¿Como te fue hoy?’

Como respondo, no le importa. Sus reacciones son iguales. La conversación fluja en la misma dirección.

Desde que yo era una niña, mi madre ha tenido buenas intenciones. Sin embargo, intenciones no son iguales a las acciones. Recuerdo cuando ella fue una mujer brillante, tan vibrante como la música de flamenco. Era fuerte, llena con vida, con los sueños. Desfortunadamente, mis recuerdos ya no son mi realidad. Ahora, la muñeca es lo que queda de mi mamá. Yo salgo cuando sus ojos vacos son difíciles para ver. Tengo que escaparle.

Cada día, voy al parque. Pero, esto no es un parque normal. Este parque está en un bosque pequeño en el centro de mi barrio. El parque está rodeado por los árboles altos. Es un lugar salvaje, sin límites. El silencio está roto solo por los susurros de los árboles. Los sonidos de las interrupciones pequeñas de la vida diaria no pueden penetrar la pared de la follaje. No hay sonidos de los carros, no hay sondidos de la gente. No hay semáforos o gente atareada. En mi parque, no hay nada sino los patrones.

Todos los elementos de la naturaleza tienen patrones. Los nervios de las hojas se desvían para formar árboles pequeños con simetría perfecta. Los patrones de grabados en la corteza dicen cuentos, como letras en papel pero más permanentes. Sin embargo, el patrón mejor está en las telas de arañas. Los círculos concéntricos son tranquilos, casí hipnotizantes. Lo que más me gusta sobre las telas de arañas es que cada línea es importante para el diseño. No hay una hebra insignificante. Para horas, puedo estudiar los patrones.

Al comienzo de la puesta del sol, yo me fijo que es el tiempo para regresar. Mientras camina, yo pienso sobre el patrón más importante. La repetición puede ser calmante pero algunas rutinas son más similares a una zanja que un diseño. Algunos diseños son cómodos, hermosos. Otros son sofacantes. Hay algunos que me encantan, que me fascinan. Otros, me liberan. Mi vida está estancada. Es un diseño que ya no quiero estudiar más. Ojalá que mi vida sea más como una hebra de araña que la corteza de un árbol. Ojalá que sea flexible, transitoria, y complicada en vez de dura e inafectada del pasado del tiempo.